En verano todos queremos que los rayos de sol se reflejen en unos dientes sanos y bonitos. Como la salud dental no se toma vacaciones, te damos todas las pautas para cuidar tus dientes y los de tu familia en el período estival.

La exposición moderada al sol en verano ayuda a generar vitamina D, que es buena para los dientes

En este post veraniego te decimos si es una buena idea masticar cubitos de hielo o beber de la manguera del jardín. Y además de responder a dudas tan singulares, te explicamos qué hay que tener en cuenta al ir a la piscina para que tus dientes sigan igual de brillantes y fuertes. En definitiva, te contamos qué cosas hay que hacer para que los meses más calientes del año sean propicios para tus dientes.

Dientes y verano: luz solar para tener más vitamina D

Un consejo fundamental es vivir el verano al aire libre. Con la protección solar necesaria, aprovechad los rayos de sol y todo su ventajoso influjo sobre el organismo: sensación de bienestar y mejora de los niveles de vitamina D.

La vitamina D es clave para el sistema inmunitario y también para la salud oral. Y es que esta vitamina contribuye a la fortaleza de huesos y dientes.

Hay estudios de investigación que incluso apuntan que la vitamina D puede ayudar a prevenir la enfermedad periodontal

El cloro de la piscina puede afectar a los dientes

Piscina y salud dental: ¿qué hay que tener en cuenta?

La piscina es una de las mejores cosas del verano. ¿A quién no le apetece la sensación de frescor cada vez que te zambulles en ese oasis de azul cristalino? ¿A quién no le gusta nadar en agua fresquita, una actividad física ideal para los meses de más calor? ¿A quién no le complace tomarse un refrigerio a la sombra de los pinos de la zona de picnic?

Los chapuzones gustan a grandes y pequeños. Pero hay que tener presente que el cloro que se emplea en las piscinas para mantener el agua limpia y para eliminar las bacterias, puede tener un efecto negativo en los dientes a largo plazo.

Los que sufren más el impacto del cloro de la piscina son los niños, porque son los que pasan más tiempo a remojo

Una niña sonríe en una piscina en el período veraniego

¿Qué es el cloro?

El cloro es el producto químico más utilizado en las piscinas para evitar la presencia de bacterias. Sitúa los niveles de pH del agua entre el 7,2 y el 7,8, superior al rango del pH de la saliva, que es de entre 6,5 y 7.

Sarro del nadador

El pH más alto del agua de la piscina hace que las proteínas de la saliva del nadador se descompongan. Como el entorno de la boca es alcalino y no ácido, las proteínas y minerales como el calcio no se disuelven. Bien al contrario, forman depósitos de color marrón o amarillo en la superficie de los dientes más expuestos al agua, los frontales. Es lo que conocemos como sarro del nadador.

Ahora bien, para que se acumule sarro a causa de la piscina, hay que pasar más de seis horas a la semana en el agua de la piscina, y hacerlo durante años.

Sea como sea, no es una buena idea que los niños se llenen la boca con agua de la piscina. Lo de meterse agua en la boca para luego expulsarla a chorro es una actividad lúdica que no es tan rara entre los más pequeños

Agua de piscina: erosión del esmalte dental

El cloro puede dañar el esmalte de dos maneras.

  • Si el cloro no está bien disuelto, puede contribuir a la erosión del esmalte.
  • Si hay poco cloro, el pH del agua tiende a ser más ácido, lo que a su vez puede desgastar el esmalte.
Deportes en verano: un niño enseña un protector bucal

Deportes en verano: un niño enseña un protector bucal.

Deportes en verano: protectores bucales

La época del año que más invita a hacer deporte es el verano. Al aire libre se está muy bien, y en cualquier momento se puede improvisar un juego o un partido con una pelota o con unas raquetas.

Para los deportes que implican más contacto físico, es recomendable el uso de protectores bucales.

Los padres tienen más tiempo en verano para enseñar la técnica de cepillado a sus hijos

En el período estival, los padres tienen más tiempo para enseñar a sus hijos la técnica correcta de cepillado dental.

En verano, más tiempo en familia para mejorar la técnica de cepillado de dientes

Cuando los padres también están de vacaciones y la dinámica del día es relajada, es un excelente momento para educar en hábitos de higiene bucodental.

Los progenitores tenéis más tiempo para supervisar cómo se cepillan los dientes vuestros hijos. Si la técnica es la adecuada y el lavado de dientes dura tres minutos, ¡el cepillado es perfecto!

Si te cepillas los dientes junto a tus hijos dos veces al día, durante los tres meses de verano, ese tiempo equivale a 9 horas de tiempo extra juntos que hay que aprovechar y disfrutar

Si tienes dudas sobre la técnica de cepillado correcta, consúltanos en tu próxima visita

Si la rutina de la higiene dental se mantiene durante las vacaciones, la vuelta a la cotidianeidad para los niños en septiembre es más fluida. No podemos permitirnos el lujo de tomarnos unas vacaciones de nuestra salud dental, ni de la salud dental de los hijos.

Importante: una revisión dental justo después de las vacaciones estivales garantiza que el niño comience el cole con los dientes en plena forma.

Después de las cenas de verano, no os saltéis el cepillado

En las vacaciones de verano, la rutina de los niños se relaja. Los hijos tienden a ir a dormir tarde —unas tapas improvisadas, un cine al aire libre, un helado a la luz de la luna—, pero los hábitos de salud dental deben ser constantes. Por tanto, por mucha pereza que os dé, aunque sean las tantas de la noche, no hay que olvidar el cepillado posterior a la última comida del día.

Después de una cena de verano, hay que cepillarse los dientes

Cena de verano en familia: después de los postres, no hay que olvidar de cepillarse los dientes

La idea es que, por muy espontáneo que sea el fluir de la jornada —excursiones, expediciones a la playa y a la piscina, juegos al aire libre—, la rutina de los cepillados se mantenga.

Los cepillados de mañana y noche son absolutamente cruciales para una buena salud de la boca

¿Quién ha dicho que cepillarse no puede ser divertido?

  • Poneos una canción pegadiza que dure entorno a tres minutos, y cepillaos los dientes al ritmo de la melodía. ¿Ya tenéis una canción del verano favorita?
  • Si los niños son pequeños, les puede entusiasmar la idea de ir marcando cada vez que se lavan los dientes en un calendario mensual de cepillados.

No te olvides el cepillo y la pasta de dientes en tu neceser de viaje

¿Con ganas de hacer turismo? ¿Impaciente por comenzar ese viaje que tanto necesitas para desconectar? Puede parecer obvio, pero hay que subrayar la importancia de llevar siempre un cepillo de dientes y pasta dentífrica encima. Aunque solo se trate de una escapada de fin de semana, no te olvides de cepillarte los dientes.

Para viajar, es mejor llevar cepillos manuales (no eléctricos) en el neceser. Son más ligeros y no dependen del suministro eléctrico.

La hidratación es uno de los mejores consejos para cuidar los dientes en verano

Bebe agua: la mejor terapia para los dientes en verano

La hidratación es fundamental para la salud general, y también de forma específica para la salud oral. En verano es aún más importante. Las personas mayores deben asegurarse de que van bebiendo agua, porque a medida que nos hacemos mayores vamos perdiendo la sensación de sed.

Debéis mantener hidratada la boca a lo largo del día. Para ello, llevad cantimploras cuando estéis fuera de casa, del hotel o de la residencia de verano.

El consumo diario de agua siempre va a depender de la corpulencia y edad de la persona. Como regla general, deberías beber unos dos litros de agua al día para que tu boca esté hidratada de forma óptima.

La hidratación ayuda a la saliva

La ingesta regular de agua ayuda a expulsar las bacterias que provocan la placa, y puede mejorar el aliento.

Si te deshidratas, tu boca pierde eficiencia a la hora de producir saliva. Y la saliva barre las bacterias y los más diminutos restos de comida. Así se previene la formación de placa, y se mantienen los dientes y la lengua limpios.

Agua: que sea sin gas

Es preferible el agua sin gas: algunos expertos prefieren la de grifo, con fluoración artificial, antes que la embotellada. En todo caso, el agua con burbujas es mejor beberla de forma ocasional, porque su acidez puede dañar los dientes.

Las bebidas con gas son malas para la salud de los dientes y del organismo

Bebidas carbonatadas: mejor evitarlas

Cuando las temperaturas son altas, hay la tentación de consumir bebidas carbonatadas o gaseosas de cola o de otros sabores, bien frías, con algunos cubitos de hielo.

Este tipo de bebidas, que tanto pueden apetecer cuando os sentáis en una terraza o estáis en un parque acuático, debilitan el esmalte y favorecen la aparición de caries. Los causantes de ese daños son los ácidos y azúcares de los refrescos con gas.

¡Ah¡ Ojo también con el agua con gas, que si bien no lleva azúcar, ¡es carbonatada!

Para refrescar la boca, usad pajita

Beber zumos envasados y bebidas con burbujas no es un buen hábito. Pero si lo hacéis de forma ocasional, mirad de reducir el tiempo de contacto del líquido con los dientes utilizando una pajita. Lo peor que podéis hacer es almacenar el sorbo en la boca durante unos segundos.

Ahora es un momento idóneo para que las pajitas se pongan de moda. Se han prohibido las de plástico de un solo uso, y se han puesto a la venta pajitas reutilizables con diseños muy atractivos para los más pequeños de la casa.

¿Un té helado?

Los refrescos con gas causan daño al esmalte. Los de cola, además, alteran el color de tus dientes. Un café con hielo podría parecer una excelente idea, pero piensa que puede manchar los dientes. ¿Has probado un té helado? Esta infusión tiene compuestos que acaban con las bacterias, y ayuda a prevenir caries y problemas de las encías.

Una de las peores ideas veraniegas es morder los cubitos de hielo

Morder hielo daña tus dientes

El hábito de morder hielo es totalmente desaconsejado, porque puedes romperte o mellarte un diente.

Si tu boca necesita sensaciones glaciares porque el calor aprieta, es mucho mejor un vaso de agua muy fría o un granizado.

¿Es bueno para los dientes beber agua de la manguera?

Las mangueras son protagonistas de los meses de más calor. Hay que regar más las plantas del jardín. Y, a falta de piscina, unos manguerazos pueden ayudar a refrescar a los más pequeños.

Se nos puede ocurrir beber directamente de la manguera, pero es una mala idea. El motivo es que las mangueras de jardín pueden contener productos químicos dañinos para niños y adultos.

Beber agua directamente de la manguera es absolutamente desaconsejable

Beber agua directamente de la manguera es absolutamente desaconsejable.

Bacterias y productos químicos del tubo

Cuando dejas la manguera reposando cuando no está siendo utilizada, los restos de agua de dentro pueden acumular bacterias y productos químicos procedentes del tubo de plástico. Es decir, puede haber una transferencia de los materiales del tubo al agua.

Por si no hubiera suficiente peligro con lo que ya hemos dicho, la parte del extremo por la que regulas la cantidad de agua expulsada, puede contener aún más contaminantes. Y si la manguera ha estado al sol durante horas o días, la contaminación puede ser peor.

En resumen, llévate una botella de agua al jardín, o vuelve a entrar en la casa o en el apartamento para llenarte un vaso de agua.

Snacks en verano, con moderación

En verano, cuando los horarios de los niños se trastocan, es más fácil que tengan acceso a snacks o, sencillamente, a la nevera.

Es recomendable que se mantenga cierto orden en las comidas. Os aconsejamos no ir ofreciendo aperitivos a los más pequeños a lo largo del día. La mejor táctica es irles preguntando si tienen hambre.

  • Algunos alimentos para picotear, procesados o no, pueden causar caries. Galletas o frutas desecadas o deshidratadas, aumentan el riesgo de que mayores y pequeños acaben necesitando un empaste.
  • Tomarse una pausa y no comer nada durante unas horas (las que van de una a otra comida), tiene efectos beneficiosos para la boca. Dais tiempo a la saliva para bañar a los dientes y para quitar los residuos pequeños de comida que se puedan haber quedado atrapados. Además, en ese tiempo en que la saliva tiene toda la boca para ella sola, por decirlo de algún modo, los dientes se vuelven más fuertes.

Helados y dientes sensibles

Si tienes los dientes sensibles, los helados te pueden provocar dolor.

Los pastas de dientes para dientes sensibles pueden echar una mano, pero quizá los helados no son una degustación apropiada. Puedes probar alternativas saludables, como verdura y fruta fresca.

Las ensaladas de verano son saludables y contribuyen a una mejor salud de la boca

Las ensaladas de verano son saludables y contribuyen a una mejor salud de la boca.

¿Te apetece una ensalada de verano? Es buena para tus dientes

En los meses de vacaciones estivales es más fácil perder el rumbo de una dieta saludable. Comidas excesivas y a deshoras. Y esa lista tan larga de alimentos y bebidas que tanto apetecen cuando hace calor, pero que hay que consumir con moderación. Por ejemplo, las carnes de las barbacoas en el jardín, los refrescos con gas y las bebidas alcohólicas en las terrazas, y los helados dándose un paseo por el búlevar marítimo.

Para romper con esa dinámica, pide más ensaladas en el restaurante, y descubre lo divertido que puede ser prepararlas por tu cuenta, o con la ayuda de tus hijos. Hay centenares de ideas de ensalada de verano en los recetarios disponibles en internet.

Las ensaladas son ideales para tu salud bucodental y para tu salud general.

En verano hay que proteger los labios del sol

Protección de los labios de los rayos UV del verano

Todo el mundo sabe que hay que hidratarse y ponerse crema solar. Pero no hay que olvidar la protección solar para el labio si se pasa muchas horas al aire libre. El bálsamo labial debe tener un Factor de Protección Solar (FPS) de 30 o más.

Los labios pueden sufrir quemaduras con facilidad, porque no tienen tanta melanina como el resto de la piel. Y esas quemaduras pueden ser factores de riesgo para problemas como el cáncer de piel.

Utiliza las manos, no los dientes

Los meses de verano invitan a muchas actividades de ocio. Puede ser el bricolaje, o puede ser una barbacoa. Sea la actividad que sea, no te olvides de tus dientes no son herramientas. Los dientes son para comer, no para abrir botellas, latas, envoltorios o cualquier otra cosa.

Resístete al impulso de utilizar los dientes, porque puedes rompértelos o dañártelos

El verano es una de las épocas del año en que se viven experiencias en familia y con los amigos cuyo recuerdo duran toda la vida. Lo que hay que evitar es que una de esas experiencias sea una visita de urgencias al dentista. Si sientes el impulso de abrir un envase con los dientes en la terraza del apartamento o en una zona de picnic porque no tienes nada a mano, piénsatelo de nuevo.

¿Viaje veraniego? Ve antes al dentista

Antes de emprender un viaje ambicioso, por la duración o por la distancia, es una buena idea hacerte una revisión dental. Si se detecta cualquier problema, te lo podrían tratar antes de irte.

Siempre es bueno abordar los potenciales problemas con tu dentista de confianza. Aunque eso no quiere decir que en el viaje que tanto te ilusiona no pueda surgir alguna emergencia, que siempre hay que tratar in situ.

El verano es la mejor estación para que los niños disfruten del aire libre

 

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