Stevens Salvà Sutherland es un médico anestesiólogo que, con su empresa OBA, se ha especializado en la sedación dental. Este especialista, que colabora con Clínica Dental Galindo, habla en esta entrevista con nuestro blog sobre cómo la sedación está ayudando a muchos pacientes dentales. Los pacientes que más se están beneficiando son los que tienen miedo al dentista, sobre todo quienes presentan una versión más severa de esta ansiedad: la fobia dental.

La sedación se ha expandido a nuevas áreas, como la odontología

Anestesia de consultorio

¿Qué es la anestesia de consultorio?

Consiste en realizar la anestesia fuera del quirófano. En inglés, decimos Office Based Anesthesia (OBA).

¿Por qué es necesario llevar la anestesia fuera de los quirófanos?

En los últimos años, la sedación y la anestesia se han revelado útiles en nuevos campos. Por ejemplo, en ginecología, en tratamientos de fertilidad, en los que hay punciones para sacar óvulos, y en la introducción y extracción del DIU [Dispositivo Intrauterino, con finalidad contraceptiva], que provoca dolor.

Hace años, las colonoscopias y las biopsias de próstata se hacían sin sedación, y tenías que soportar molestias y dolor. Ahora, ya no.

Muchas personas se lo debían pensar dos veces, lo de hacerse una colonoscopia o una biopsia de próstata.

Mucha gente prefería no hacerse las pruebas, lo que conducía a peores diagnósticos. Ahora es mucho más fácil mitigar la percepción del dolor en muchos de estos casos.

 Clínica Dental Galindo realiza sedación dental a los pacientes que la necesiten

Sedación dental para tratar el miedo al dentista

En odontología, es fácil adivinar las ventajas de la sedación. Uno de cada cinco pacientes tiene miedo al dentista.

Y la fobia dental, un miedo irracional, afecta a un 3%-6% de la población. En este grupo de pacientes, la sedación es una enorme ayuda. ¿Puedo compartir con vosotros un caso real?

Por supuesto…

Chica de 39 años, atractiva y elegante: podías notar que se cuida físicamente y que cuida su imagen. Pero tenía una dentadura afectada. Pues bien, hace poco pasó por un procedimiento de cuatro horas y media. ¿Resultado? Una boca nueva y bonita. Cuando despertó, lo primero que preguntó fue: «¿Cuánto tiempo he dormido? ¿30 minutos?». No había sido consciente de esas cuatro horas y media. La chica se puso a llorar, y tengo que decir que me emocioné. Era evidente que le había costado mucho dar el paso. Pero el odontólogo había hecho un buen trabajo para infundirle confianza, y allí estuve yo como médico anestesiólogo para hacer una sedación eficaz.

Los pacientes muestran un alto nivel de satisfacción con el uso de la sedación dental

Sedación dental: una práctica reciente

¿Cuánto tiempo se lleva haciendo sedaciones en las clínicas dentales?

Se trata de una práctica relativamente nueva, pero que está creciendo mucho por el boca-oreja positivo. «Me operaron, y no me enteré de nada». Cuando una persona con una ansiedad dental extrema oye eso, comienza a ver las cosas de otra manera.

¿Cómo se decide si un paciente necesita sedación?

La clínica ofrece un cuestionario médico al paciente, con el que podemos conocer las patologías y factores médicos a tener en cuenta. Por ejemplo, una enfermedad descompensada, como un infarto reciente, obliga a esperarse un tiempo. Es cierto que lo más habitual no es hacerte una endodoncia tres meses después de un infarto, pero hay que tenerlo en cuenta. Otros problemas que desaconsejan la sedación son una apnea de sueño grave y la obesidad mórbida.

Si el paciente tiene diabetes, es hipertenso y tuvo un problema en el corazón, pero de eso hace ya dos años, la sedación puede ser incluso positiva, porque durante la intervención no le sube la tensión y, eso sí, debes estar pendiente de la evolución de la glucosa.

Patologías, complejidad de la operación y ansiedad de la persona determinan si se seda al paciente

Índice de necesidad de sedación: ¿necesito sedarme?

Ciertos problemas pueden desaconsejar o, paradójicamente, aconsejar la sedación. Pero, ¿qué otras cosas necesita saber el dentista y el anestesiólogo?

El índice de necesidad de sedación estudia tres tipos de variables: características del paciente, ansiedad que presenta, y nivel o complejidad de la cirugía.

Solo conociendo todos esos factores, se puede tomar una decisión fundamentada. Un paciente hipertenso que tiene poca ansiedad, podría prescindir de la sedación si la operación es sencilla. Pero si se trata de una cirugía de muchos implantes, una operación que puede aumentar la tensión de esta persona hipertensa, la sedación nos puede ayudar. Y el anestesiólogo, que además de ser anestesiólogo es médico, está ahí para controlar todo el procedimiento.

Por supuesto, no todas las intervenciones requieren de sedación dental, ¿verdad?

Si la persona no padece ansiedad dental, una cirugía habitual y común se hace sin sedación.

Más allá del mencionado índice de necesidad de sedación, ¿hay que hablar siempre con el paciente?

Siempre hay que tratarlo con el paciente, y poner sobre la mesa la complejidad de la cirugía y las necesidades e inquietudes de la persona.

Sedación dental: beneficios en el postoperatorio

¿Cómo influye la sedación en el postoperatorio?

El estándar de cualquier intervención ha de ser que la atención y la cirugía sean buenas, y que no tengas molestias durante la operación. El objetivo es que la experiencia no sea traumática, sino todo lo contrario, también durante el postoperatorio.

Nosotros aprovechamos la vía venosa para esa fase de postoperatorio, al administrar corticoides y analgésicos para reducir la hinchazón y el dolor durante los días posteriores a la cirugía.

Fobia dental: la sedación es necesaria

La cirugía es muy sencilla, pero el paciente tiene fobia dental. ¿Qué hacemos?

Sedación. Lo importante es cortar el círculo vicioso que supone que una persona, por miedo al dentista, retrase la visita al dentista y, cuando acude, el procedimiento que le tienen que hacer es de más impacto. Y eso, a su vez, intensifica su ansiedad.

Un círculo vicioso de manual.

Sí, y hay que romperlo. La sedación acaba teniendo beneficios a largo plazo. Un paciente con miedo al dentista se seda una vez: todo perfecto. Se seda una segunda vez: de nuevo todo bien. Al final, esa persona descubre que ya no tiene un miedo tan grande como el que le había atenazado en el pasado. La tercera vez, si la intervención es muy sencilla, lo intentará sin sedación. Con un calmante puede ser más que suficiente.

Sedación y salud dental

Por tanto, ¿podemos decir que la sedación dental está contribuyendo a la salud dental de todos y todas?

Cuando una persona con problemas dentales deja de ir al dentista por miedo, la sedación es de gran ayuda. La fobia dental no es nada de lo que avergonzarse, se trata de algo irracional. Lo importante es pedir ayuda.

Un miedo que, recordemos, es fundamental que el paciente traslade al dentista en su primera visita. De hecho, un buen odontólogo preguntará a su paciente si tiene alguna inquietud.

El miedo al dentista puede ser abordado con éxito por el paciente, con la ayuda del odontólogo y de otros profesionales, si es necesario. La sedación, claro, da mucha tranquilidad. Al final, lo importante es hacer posibles más sonrisas.

Y es que cualquier persona puede tener fobia dental. En las sedaciones puedo ver a personas con un alto nivel cultural, que cuidan su aspecto, pero que tienen una dentadura en malas condiciones. Personas que te explican que no sonríen porque no quieren exponer los dientes, que incluso hablan con un tono de voz bajo para no mostrarlos.

Stevens Salvà fundó OBA para llevar las sedaciones a la odontología

OBA, empresa de sedaciones dentales

OBA, tu empresa, está especializada en sedaciones dentales. ¿Por qué te especialiste en odontología?

Hice un máster en Gestión Clínica en Barcelona hace unos nueve años. Siempre he sido de carácter emprendedor, así que la tesis la decidí hacer sobre el concepto de anestesia de consultorio, u Office Based Anestesia (OBA). Indagué y pregunté a los profesores qué utilidad de la sedación no está siendo bien desarrollada en España. Una profesora me dijo que la sedación dental. Esa fue la idea que me inspiró.

Como decías, tienes espíritu emprendedor.

Sí, ¡pero éste era mi tercer emprendimiento! En Venezuela puse en marcha un laboratorio de biología molecular con maquinaria que nos cedió la farmacéutica Roche. Más tarde, creé Innomates, una empresa de medicina translacional, que perseguía encontrar aplicaciones a la investigación básica. Y ya en Barcelona, fundé OBA hace ocho años.

Un modelo de negocio pionero

Por lo que dices, OBA ha sido una empresa pionera.

Sobre todo en cuanto a la definición del modelo de negocio: todo está muy organizado, protocolizado, estandarizado… Hace 15 años, un anestesiólogo participaba en una sedación dental casi como haciendo un favor al dentista. Ahora dentistas y pacientes han comprendido y han experimentado el valor que añade la sedación a la calidad y la tranquilidad de ciertas intervenciones, y también del postoperatorio.

¿Cuántos empleados tiene tu empresa?

Somos un equipo de 15 anestesiólogos.

Decías que la anestesiología es una disciplina que se ha expandido hacia nuevos campos. ¿Hay suficientes anestesiólogos en España para atender la demanda y necesidades médicas?

¡No! Hay un déficit de anestesiólogos.

Stevens Salvà es un médico anestesiólogo formado en Medicina en España y en Venezuela

Stevens Salvà, un médico venezolano con raíces en Catalunya y Escocia

Eres venezolano, y tus apellidos son catalán y escocés: Salvà y Sutherland.

Mis apellidos y mi origen suelen causar sorpresa. Tengo un abuelo catalán, de Barcelona. Mi padre es valenciano y con 18 años se fue a Reino Unido, primero, y después a Venezuela, en una época en que en este país latinoamericano había mucha emprendeduría. Mi madre tiene orígenes escoceses. Con ocho años vine a España, para regresar más tarde a Venezuela, donde estudié la carrera de Medicina, y trabajé como anestesiólogo y en cuidados intensivos.

En 2009, regresé a España, donde hice el MIR: es decir, he cursado Medicina en Venezuela y en Europa.

Tienes títulos de Medicina de Venezuela y España. Y has trabajado como médico en ambos países. ¿Qué diferencias destacarías entre sus sistemas de salud?

Por suerte, viví la época buena del sistema de salud venezolano, cuando había recursos. Ahora el sistema sanitario está devastado. Desde 2014 estoy en el Hospital Vall d’Hebron, un centro hospitalario de referencia.

Servicio de Anestesiología del Hospital Vall d’Hebron

¿Cuál es tu labor en Vall d’Hebron?

Soy adjunto del Servicio de Anestesiología en el edificio materno-infantil, que conocemos como hospital de la mujer y del niño. En mi día a día, soy testigo de momentos de gran alegría, con los partos en obstetricia, y de gran dificultad, en oncología con mujeres con la enfermedad.

Tu trabajo debe ser especialmente relevante con las cesáreas. Se dice que se hacen más intervenciones de este tipo de las que son recomendables.

En el mundo latino, se hacen muchas cesáreas, demasiadas, llegando a hacerse en el 50% de los partos. En el sistema catalán, que es el que mejor conozco, se siguen los protocolos y no se abusa: el porcentaje de partos por cesárea es de un 30%.

¿Son diferentes o similares las necesidades de sedación y anestesia en el área materno-infantil del Hospital Vall d’Hebron a las de otros centros hospitalarios?

Son diferentes. Y no solo porque cada hospital atiende a una tipología de paciente más o menos diferenciada, cosa que influye. Vall d’Hebron, por ejemplo, es un hospital que suele atender a pacientes con muchas patologías. Así, por ejemplo, es un centro en que se realizan muchos embarazos complicados.

Sedación dental: el anestesiólogo está pendiente de las constantes vitales del paciente durante toda la intervención

Sedación y anestesia: ¿cuáles son las diferencias?

La gente tiende a confundir anestesia con sedación. Muchas veces no está claro qué es una cosa y qué es otra. «Doctor, ¿me van a dormir?», se limitan a preguntar muchos pacientes.

En la sedación y la anestesia, es cuestión de escalas, de grados, hasta alcanzar la anestesia general.

¿Quieres decir que puedes usar desde una sedación moderada hasta una anestesia general?

Sí, hay grados. Para cortar la ansiedad, recurres a una sedación mínima, la ansiolisis. Ayuda a disminuir y controlar la ansiedad. Recurres a ansiolíticos. Con la anestesia, combinas ansiolíticos con hipnóticos, y sin olvidar los opioides, que tienen una función analgésica.

Sedación moderada y profunda

Si subimos un peldaño en la intensidad, ¿qué tipo de sedación tenemos?

Después viene la sedación moderada, con la que un 90% de los pacientes no recuerdan nada. El paciente recibe ansiolíticos y analgésicos. Está dormido, pero responde a estímulos táctiles y verbales.

Las funciones vitales del paciente son normales, no se ven alteradas. El paciente conserva la capacidad para respirar y para tragar, y puede responder a las indicaciones del médico. Se trata de la sedación más fuerte que se emplea en odontología.

Con la sedación profunda, en cambio, el paciente no responderá a las órdenes del médico, y el paciente podría ver alterada la capacidad de tragar y la respiración. Por eso no se utiliza en odontología.

Después de la sedación profunda, ¿viene la anestesia?

Sí. La anestesia es más intensa que una sedación profunda. Durante una cirugía o un procedimiento, el paciente puede ir pasando de un lado a otro de la frontera que hay entre la sedación profunda y la anestesia, según cuales sean las necesidades de la intervención.

El anestesiólogo debe trabajar de forma coordinada con el cirujano

Anestesiólogo, ‘pareja de baile’ del cirujano

Por tanto, el anestesiólogo tiene un papel activo durante una operación o parto, ¿no es así?

El anestesiólogo está monitorizando en todo momento el paciente, y está atento a todo lo que indique y haga el cirujano.

Se tiende a infravalorar al anestesiólogo, a tener una imagen casi caricaturizada de alguien que se limita a decidir unas dosis de anestesia según el peso y otros factores, y poca cosa más.

El anestesiólogo tiene en cuenta la edad, el peso, la fragilidad o fortaleza del paciente, las patologías, las alergías… Cada paciente es diferente. Pero, cuando comienza la intervención, tenemos que ir totalmente sincronizados con el cirujano. Para entendernos, es como un baile. Y, claro, tenemos que estar muy atentos a las constantes vitales del paciente: sea lo que sea lo que los cirujanos estén haciendo al paciente en ese momento, nosotros debemos mantener siempre las constantes vitales en los niveles más normales posibles.

Un quirófano es como un avión. Todos los profesionales que hay en la sala deben acceder a todas las variables del paciente: hemodinámica, respiración, latidos del corazón…

Sedación y avances tecnológicos

Siguiendo con el símil de la aviación, los quirófanos son, como los aviones, cada vez más punteros en tecnología: más seguros, más fiables y con acceso a muchos más parámetros de información (del organismo, en una operación, y del avión y la atmósfera, en la aviación).

Gracias a la tecnología, tenemos muchísima más información sobre el corazón y los pulmones. Podemos saber al instante el impacto que tienen fármacos y anestesia en el cerebro, a nivel cardíaco y en la respiración.

Como en la aviación, disponemos de un sistema de checklist, un sistema de alarmas tempranas. Y no solo ha mejorado la tecnología, sino que los médicos anestesiólogos han adquirido una mejor formación. Cada día se hacen miles de vuelos y de operaciones de quirófanos, y ¡la fiabilidad es más alta que nunca!

¿Cómo podemos saber si el cerebro está dormido en una operación?

Hace años aparecieron unos equipos que permiten anticipar la salida del paciente de su ‘sueño’. Los emprendedores que impulsaron estos productos argumentaban que no hay peor pesadilla para un paciente que la de despertarse en mitad de una cirugía extrema.

Sí, son unos sistemas para medir las ondas electroencefalográficas cerebrales. Con un sensor, puedes saber si el cerebro está dormido, y también si el paciente se está preparando para despertarse.

Se trata de unas tecnologías tan precisas, que sus fabricantes utilizan como argumento de venta lo siguiente: «Si tu paciente se despierta cuando no toca, nos hacemos cargo de la indemnización que éste te puede pedir».

La farmacogenética mejorará la sedación dental

Farmacogenética para mejorar la sedación y anestesia del paciente

Antes mencionabas características del paciente que condicionan la forma en que se diseña y se practica la anestesia. ¿Es importante la genética del paciente?

La genética ahora no se tiene en cuenta. Ahora bien, es un campo de futuro para la anestesiología. Hoy ya hablamos de farmacogenética, que consiste en diseñar los fármacos y los tratamientos farmacológicos a partir de la genética del paciente, con la idea de que la eficacia sea mayor y la respuesta, mejor.

Se trata de un reto para la anestesiología. Pensemos que, hasta hace poco, no se conocían los mecanismos moleculares de los anestésicos. Se usaban porque se sabían eficaces y seguros, pero se ignoraban los porqués.

Anestesiología: el reto de medir el dolor

¿Qué otros desafíos tiene la anestesiología de cara al futuro?

El reto de medir el dolor de forma objetiva. Sí que sabemos que hay unas zonas que se activan, pero no podemos apreciar la gradación. En el Hospital de Vall d’Hebron trabajamos con pupilometría, una tecnología que mide la respuesta de la pupila y que ahora se está validando.

Todos estamos acostumbrados a las preguntas del médico: «¿Te duele?» «¿Cuánto te duele?»

Sí, claro. Trabajamos con una escala de 0 a 10, y le preguntamos al paciente. La percepción del dolor es muy personal. ¿Cómo puede ser que todavía no podamos medir el dolor? La medicina actual aún tiene grandes limitaciones. Lo cierto es que todavía no sabemos con exactitud el origen de muchas patologías o problemas de salud prevalentes en la población, como la diabetes o la hipertensión arterial. Conocemos los factores de riesgo, pero no las causas.

Las cirugías dentales seguirán mejorando la monitorización

Sedación en las cirugías: la monitorización seguirá mejorando

¿Qué más retos tiene la anestesiología?

He mencionado la medición objetiva del dolor y la farmacogenética. Pero hay más áreas en las que se van a producir mejoras en beneficio de la práctica de la anestesiología. El proceso de monitorización en las cirugías, seguirá mejorando. Asimismo, tenemos el reto de conseguir la abolición del dolor, pero sin que ello afecte a la fisiología, a las constantes vitales del organismo. Otro desafío es conseguir gases rápidos en actuar en el paciente, y rápidos también en desaparecer.

La anestesia ha alcanzado una precisión y unos estándares de seguridad que, en los inicios de esta técnica, ni se imaginaban, ¿no?

Hace 50 años, tomabas el pulso. Y no podías medir con demasiada exactitud qué nivel de oxígeno había en la sangre. Al paciente se le dormía durante dos horas, cuando igual la intervención solo duraba unos minutos. Hoy podimos calcular con gran exactitud el tiempo de acción de los fármacos, y podemos observar la evolución de la actividad cerebral del paciente.

Sedación y anestesia para niños

¿Es más difícil la anestesia con niños?

En niños se intenta no ir más allá de la sedación profunda, que linda con la anestesia general. Evidentemente, un trasplante exige una anestesia, pero cuando se hace en un hospital, el uso de esta técnica va más respaldado. Es por ese motivo que en las clínicas dentales solo se hace la sedación moderada.

 

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