“¡Se me mueve un diente!”. Son palabras que todos los padres hemos escuchado alguna vez y significan que nuestro hijo se está haciendo mayor. Los dientes de leche tienen que caerse para que salgan los dientes definitivos. En total, todo este proceso dura alrededor de unos seis o siete años.
En general, se tiene el concepto de que los dientes temporales no sirven para mucho y que, a la más mínima oportunidad o problema, se pueden sacar, porque más tarde saldrá el diente definitivo.
La situación natural es dejar que los dientes de leche se vayan cayendo solos para que así el diente definitivo vaya colocándose en su lugar correcto. Sin embargo, hay ocasiones en las que esto no es posible.
¿Qué son los dientes de leche?
Los dientes de leche son los primeros dientes que tienen los niños. Aparecen en la boca sobre los seis meses de edad y continúan estando junto a los dientes permanentes hasta los 10-11 años, que es el momento en que se caen los últimos dientes temporales.
El proceso de erupción no es inmediato. Los dientes de leche van erupcionando poco a poco, desde los seis meses de edad hasta los 24 meses, que es cuando suelen salir los últimos dientes de leche.
En total, son 20 dientes de leche que tendrá el niño cuando cumpla los dos años, 10 en la arcada superior y 10 en la arcada inferior:
- 4 incisivos superiores y 4 inferiores.
- 2 caninos superiores y 2 inferiores.
- 4 molares superiores y 4 inferiores.
¿A qué edad se caen los dientes de leche?
Sobre los seis años comienza a caerse el primer diente de leche, comenzando así el recambio de los primeros dientes por la dentición del adulto o dentición definitiva. Esto no siempre es así y hay situaciones en que los dientes temporales se caen antes de los seis años.
El proceso de caída se produce cuando el diente definitivo, al comenzar a erupcionar debajo del diente provisional, destruye de forma gradual la raíz de este último. Esto provoca que el diente de leche pierda estabilidad y finalmente se caiga, dejando espacio para la erupción del diente definitivo.
Normalmente, cada diente de leche se cae a una edad determinada, siguiendo un orden establecido por naturaleza:
- A los 6 años del niño se suelen caer los incisivos centrales de abajo, los incisivos centrales inferiores. En las niñas es más frecuente que empiecen a caerse a los 5 años.
- A los 7 años se caen los incisivos centrales de arriba, los incisivos centrales superiores.
- Entre los 7 y los 8 años se caen los cuatro incisivos laterales, de arriba y de abajo, los incisivos laterales superiores e inferiores.
- Sobre los 9 años se caen los colmillos de la arcada inferior.
- A los 10 años caen los primeros molares de leche o temporales de arriba y de abajo, justo los que se encuentran por detrás de los colmillos.
- Sobre los 11 años caen los segundos molares de leche, de arriba y de abajo.
- Entre los 11 y 12 años se caen los dos colmillos de leche superiores. Normalmente, son los dos últimos dientes que se caen.
¿Por qué se comienzan a mover los dientes de leche?
Los niños suelen emocionarse cuando comienzan a notar que un diente se les mueve. Se alegran al saber que pronto les visitará el Ratoncito Pérez. Otros niños, en cambio, se sienten angustiados al saber que los dientes se van a caer y tenemos que tranquilizarlos explicándoles que este proceso es natural y sin dolor.
Los motivos de la movilidad de los dientes de leche pueden ser varios, pero normalmente el movimiento de estos dientes viene determinado por la erupción del diente definitivo que tiene que reemplazar al diente de leche. Existen otras razones por los que un diente de leche puede comenzar a moverse. Entre las principales razones encontramos:
- Grandes caries que destruyen la corona del diente de leche.
- Infecciones del nervio del diente de leche.
- Infecciones a nivel de las raíces del diente de leche.
- Malposición dental y mala oclusión.
¿Está bien extraer los dientes de leche que se mueven?
Lo más aconsejable es dejar que la misma naturaleza siga su curso y que los dientes se caigan por sí solos, sin tener nosotros que intervenir para intentar acelerar un proceso natural. Aquí te dejamos una serie de consejos para cuando tu hijo te diga que se le mueve un diente temporal:
- Vigilar el movimiento del diente que se mueve. Comprueba que la encía tiene un color anaranjado y no sangra, y que el diente se ve sano, sin ningún agujero ni mancha negra o marrón.
- Mover el diente que se mueve con la lengua. Aconseja a tu hijo que se vaya moviendo el diente de leche que ha comenzado a aflojarse. Es mejor que se lo mueva con la lengua, ya que los dedos de la mano pueden estar sucios y se podría infectar la zona del diente.
- Comer una manzana para aflojar los dientes móviles. El niño debe intentar comer alguna fruta, como la manzana, con los dientes que comienzan a moverse, para aflojarlos un poco más.
- Extraer el diente de leche si comienza a salir el diente definitivo. Si ves que el diente de leche todavía no se ha caído y comienza a aparecer por debajo el diente definitivo, acude al dentista para valorar la extracción del diente de leche.
- Extraer el diente si pasa mucho tiempo. Si pasan dos o tres meses y el diente de leche continúa con movilidad, lo ideal es acudir al dentista para que lo quite.
¿Qué hacer si un diente temporal se cae antes de tiempo?
A veces, los dientes de leche pueden caerse antes de lo esperado debido a accidentes, caries o infecciones. En estos casos es importante consultar con tu dentista para asegurarte de que la caída prematura no afecte el desarrollo de los dientes permanentes. El dentista podría recomendar el uso de un mantenedor de espacio para evitar que los dientes adyacentes se muevan y ocupen el lugar destinado al diente definitivo.
La importancia de la higiene dental en los primeros dientes
Aunque los dientes de leche son temporales, su cuidado es fundamental para la salud bucal general del niño. Una buena higiene dental incluye cepillado dos veces al día, uso de hilo dental y visitas regulares al dentista. Las caries estos dientes pueden causar dolor, infecciones y problemas en los dientes permanentes. Además, enseñar a los niños buenos hábitos de higiene bucal desde temprana edad puede contribuir a mantener una dentadura sana durante toda su vida.
También te puede interesar los siguientes artículos: