La limpieza dental de rutina que te haces una o dos veces al año es un procedimiento de higiene dental en clínica que sirve para eliminar la placa y el sarro de los que no te puedes desprender con los cepillados y el hilo dental. Además, las limpiezas en el centro de salud dental son básicas para prevenir el desarrollo de problemas de entidad, como caries y enfermedad de las encías.
En este artículo explicamos qué es una higiene dental y por qué es tan importante mantener la rutina de estos procesos de limpieza dental realizados por el profesional higienista.
Qué es una limpieza dental
Las limpiezas dentales son procedimientos de higiene dental realizados por un profesional con la ayuda de instrumentos y productos especializados. El objetivo es quitar la placa y el sarro (placa endurecida) que, incluso con una buena higiene oral en casa, se pueden acumular en los dientes. El procedimiento de limpieza en clínica es fundamental para mantener unos dientes limpios, sin manchas y sanos.
En la misma visita, el profesional del centro de salud dental podría realizar tratamientos de flúor en todos los dientes y aplicar selladores dentales en los molares. Recordemos que las muelas, por su característica superficie masticatoria irregular, son más difíciles de cepillar de forma efectiva.
Una sólida higiene bucal en el día a día y las limpiezas dentales periódicas en la clínica dental, son una combinación ganadora. Solo de esta manera hay garantías de mantener unos dientes y unas encías llenas de salud.
Tipos de limpieza dental
Hay diferentes tipos de higiene dental. Ahora bien, cuando mencionamos una limpieza dental sin más, solemos referirnos a la higiene dental de rutina, que se realiza sobre todo para mantener la salud de la boca y prevenir problemas.
Todas las limpiezas dentales comparten el mismo objetivo: eliminar las bacterias perjudiciales para la salud dental y reducir el riesgo de problemas dentales. Sin embargo, hay procedimientos más profundos o que, como ocurre cuando hay periodontitis, se dedican a la limpieza y desinfección de las bolsas periodontales, que son las cavidades entre dientes y encías en las que se acumulan bacterias y sarro.
Limpieza dental de rutina
Se trata de una limpieza preventiva para pacientes que disfrutan de un buen estado general de sus dientes y encías. Se eliminan la placa o el sarro con un dispositivo de ultrasonidos, se pulen los dientes con un cepillo y se aplica una pasta de profilaxis. Este procedimiento de higiene dental tiende a centrarse en la superficie visible del diente, en la línea gingival y en los espacios interdentales. Dura entre 30 minutos y una hora.
Limpieza profunda
Cuando el paciente no ha visitado al dentista en más de un año, o cuando se ha producido una acumulación extensa de placa, el higienista dental debe hacer una limpieza más intensa. Es similar a la limpieza de rutina, pero suele llevar más tiempo.
Curetaje
Cuando el paciente presenta periodontitis, es decir, cuando la enfermedad de las encías ha avanzado y hay recesión gingival, necesita un curetaje. Este tratamiento es una limpieza dental más exhaustiva aún, que centra buena parte de sus esfuerzos en la eliminación del sarro adherido a las raíces de los dientes, por debajo de la encía, en las bolsas periodontales. El curetaje dental consiste en el raspado y alisado radicular (de la raíz del diente), que en las limpiezas más sencillas no se llevan a cabo. Este procedimiento puede llevar mucho tiempo, sobre todo si las encías están bastante afectadas y las bolsas periodontales son muy profundas. Por este motivo, el paciente podría tener que concertar más de una visita.
Cuando las técnicas de limpieza dental se demuestran insuficientes, por ejemplo en periodontitis más severas, hará falta recurrir a la cirugía periodontal
Frecuencia de las citas con el higienista dental
Incluso con una excelente salud oral, es necesario realizar limpiezas dentales de forma periódica que eviten el desarrollo de problemas en dientes y encías.
Se suele recomendar entre una y dos limpiezas dentales de rutina al año, aunque siempre será el profesional del centro de salud dental quien determinará la frecuencia exacta de estas visitas. La periodicidad de estas limpiezas dentales de mantenimiento va a depender de las necesidades únicas de la salud oral de cada paciente, siempre con un enfoque preventivo.
¿Quién necesita limpiezas dentales más frecuentes? Las citas anuales o semestrales son adecuadas para la mayoría de pacientes. Sin embargo, podría hacer falta más sesiones en caso de…
- Enfermedad de las encías.
- Miembros de la familia con historial de acumulación de placa o caries.
- Un sistema inmunitario vulnerable, algunas enfermedades y el haber experimentado un alto nivel de estrés, pueden provocar inflamación de las encías y, como consecuencia, mayor cúmulo de placa bacteriana en los dientes.
Cómo se hace una limpieza dental de rutina
Las limpiezas dentales consisten en estas dos acciones: raspado y pulido de dientes.
- Raspado. Durante esta etapa de la limpieza, el higienista emplea curetas y raspadores ultrasónicos para eliminar la placa y el sarro de las superficie visible de los dientes. El paciente podría escuchar los sonidos del raspado, pero no debería doler.
- Pulido. El higienista pule los dientes utilizando una copa de goma suave para un pulido suave y uniforme, y una pasta especial o piedra pómez para eliminar manchas superficiales, placa residual y —gracias a una acción abrasiva suave— las pequeñas irregularidades de la superficie dental. El pulido dental no solo mejora la apariencia estética de los dientes, al suprimir manchas (por el café, vino y otras bebidas y alimentos) y dejar una superficie más lisa y brillante, sino que también tiene beneficios para la salud bucal. Al eliminar la placa residual y las irregularidades de la superficie dental, se previene el depósito de nuevas bacterias y placa, lo que puede reducir el riesgo de caries, enfermedad de las encías y mal aliento. Además, un pulido dental regular contribuye a mantener la integridad del esmalte dental, ya que se impide la acumulación de sustancias que podrían dañarlo a largo plazo.
Además, el profesional de la clínica dental puede decidir aplicar tratamientos de prevención, como selladores dentales o tratamientos de flúor. Si el paciente tiene dientes premolares o molares con surcos o grietas profundos, los selladores dentales pueden ayudar a proteger estas áreas de las bacterias dañinas que causan caries. Asimismo, los tratamientos de flúor ayudan a fortalecer el esmalte y disminuir el riesgo de caries.
Beneficios de la higiene dental en la clínica
Las limpiezas dentales regulares tienen las siguientes ventajas:
- Reducción del riesgo de problemas de salud oral, como caries y enfermedad de las encías.
- Prevención del mal aliento causado por la placa y el sarro endurecido pueden causar mal aliento. Las limpiezas dentales de rutina pueden ayudar a mantener la halitosis a raya al eliminar los microorganismos dañinos de las superficies de los dientes.
- Aumento de la eficiencia de la higiene dental en el hogar, al eliminarse el sarro que obstruía algunas partes de la dentadura.
- Disminución del gasto en salud dental. Junto a la higiene oral en casa y la exploración que hace el dentista de la boca, las limpiezas dentales son fundamentales para prevenir problemas dentales malos para la salud dental y también para el bolsillo. Los tratamientos preventivos son mucho más económicos que los tratamientos restaurativos como empastes, coronas o puentes.
Auxiliar dental y responsable del personal y del funcionamiento de Clínica Dental Galindo. Sus 18 años de experiencia como higienista dental y operadora de aparatología de radiodiagnóstico dental, junto a la realización de una continua formación en el campo odontoestomatológico le permiten realizar funciones diversas en la clínica dental.
