La primera apariencia que tenemos de un diente nos puede llegar a recordar la similitud que tiene con un hueso, pero ¿podemos considerar a los dientes como huesos? ¿Son iguales los dientes y los huesos?

Huesos y dientes no son lo mismo. Se trata de estructuras completamente distintas tanto en su organización tisular, su fisiología como en su funcionalidad. 

Tanto los dientes como los huesos son estructuras duras, de color blanquecino. Son tejidos pesados por el hecho de estar compuestos de calcio. Estas características hacen que puedan parecer iguales, pero en realidad son tejidos muy diferentes.

 

 

Diferencias entre los dientes y los huesos

La composición elemental de los dientes y de los huesos es muy distinta y eso fundamenta las distintas funciones que tiene un diente con respecto a un hueso. El diente tiene que ser un tejido duro preparado para masticar. En cambio, el hueso es duro y elástico, preparado para soportar la sujeción muscular y el peso del cuerpo. 

¿Qué son los dientes? 

Los dientes son el tejido más duro de todo el organismo. Su función principal es la masticación, pero tiene otras funciones como la digestión, el habla, la deglución o la estética. 

Anatomía dental 

Desde un punto de vista descriptivo, en el diente se diferencia una corona dental y una raíz. La unión de estos elementos constituye el llamado cuello dentario. 

Con un simple vistazo a una boca podemos diferenciar distintos tipos de dientes, pero todos ellos están formados por una corona dental y una raíz dental. 

Corona dental 

La corona dental es la parte del diente que se encuentra visible en la boca. Es con la parte del diente que se mastica. Las diferentes coronas dentales son debidas por las distintas funciones que ejercen los dientes. 

Como ejemplo, las coronas de los incisivos están preparadas para cortar el alimento, en cambio, las coronas de molares y premolares están destinadas a triturar el alimento y prepararlo para la deglución.

Raíz 

Es la porción del diente que se inserta en el hueso alveolar y que está sujeto a éste gracias al ligamento periodontal. Según la función que ejerce cada diente éste posee un tipo u otro de raíces.

Los molares necesitan raíces potentes y en la mayoría de los casos raíces dobles e incluso triples para soportar la fuerza de la masticación. Dientes incisivos, preparados para cortar los alimentos, solamente necesitan un raíz larga y fina.

 

¿Qué tejidos forman al diente? 

El diente está formado por distintas capas de tejido duro y blando que le proporciona la dureza y la elasticidad necesaria para realizar la masticación. 

Las diferentes capas del diente son distintas según la funcionalidad del diente, pero todos los dientes están compuestos de esmalte, dentina y nervio o pulpa dental.

 

Esmalte

El esmalte es la capa más externa y dura del diente. El alto contenido en sales minerales y su estructura cristalina hacen que el esmalte sea el tejido más duro del cuerpo humano. 

El esmalte dental se crea gracias a la síntesis y secreción de los ameloblastos, unas células que desaparecen cuando el diente erupciona. Por esta razón, el esmalte, al no existir ameloblastos, biológicamente, no puede ni repararse ni auto regenerarse, como sí que sucede con otros tejidos dentales. 

¿Cómo está formado el esmalte? 

Su composición es prácticamente inorgánica, entre un 95 y un 98%. El resto del esmalte es agua y proteínas. Está constituido, prácticamente, por cristales de hidroxiapatita.  

Los cristales de hidroxiapatita se organizan formando unas varillas que son la unidad básica del esmalte dental. Son estructuras alargadas con una longitud y dirección que varía en las diferentes partes del diente. Por ejemplo, estos cristales de hidroxiapatita son más largos en la parte oclusal o masticatoria del diente que en la zona más cercana a la encía. 

¿Qué es la hidroxiapatita? 

La hidroxiapatita, presente en los dientes y en los huesos, es un biocristal formado por calcio, fósforo e hidrógeno, según la fórmula Ca10(PO4)6(HO)2 

¿En los huesos también hay hidroxiapatita? 

La hidroxiapatita es también la estructura principal de los huesos, pero a diferencia de los dientes, se presenta junto a una proteína llamada colágeno que confiere al hueso la elasticidad necesaria para realizar su finalidad. 

Es esta molécula la encargada de conferir la dureza necesaria tanto a los huesos como a los dientes. A pesar de que los huesos también están formados por hidroxiapatita, esto no hace que los dientes y los huesos sean iguales.

¿Por qué la caries destruye al esmalte dental? 

El esmalte dental al ser tan sumamente inorgánico es vulnerable a la acción desmineralizadora provocada por los ácidos que crean los microorganismos de la placa dental. Esta desmineralización provoca como resultado la caries dental y la consecuente destrucción del esmalte dental.

La fluorapatita, la hermana más resistente de la hidroxiapatita 

Cuando la hidroxiapatita incorpora moléculas de flúor se crea la fluorapatita. Esta molécula es más resistente a los ataques ácidos de los microorganismos de la placa dental.

Esto hace que la incorporación de flúor al esmalte sea muy importante para la prevención de las caries ya que hace a los dientes más resistentes a las caries.

El complejo dentino-pulpar 

La pulpa dentaria es el único tejido blando del diente y se localiza en la cavidad pulpar justo en el centro del diente. Es un tejido conectivo laxo, ricamente vascularizado e inervado y donde aparecen diferentes células, entre las que destaca el odontoblasto. 

El odontoblasto, reparador de dentina 

El odontoblasto es una célula diferenciada que se encuentra en la periferia de la pulpa dentaria y es el responsable de formar y reparar la dentina, la capa que se sitúa justo debajo del esmalte.  

Esta célula permite crear dentina durante toda la vida, por lo que, si se presenta alguna lesión, el odontoblasto tiene la capacidad de regenerar la dentina. 

La dentina, matriz orgánica mineralizada 

La dentina, a diferencia del esmalte, es un tejido mineralizado (70% de materia inorgánica). Se diferencia del esmalte por ser un tejido dinámico (metabólicamente activo), lo que permite que se forme tejido dentinario durante toda la vida y que pueda repararse cuando sufre algún daño. El tejido de reparación se llama dentina reparativa.

 

¿Por qué el diente y el hueso no son iguales? 

A pesar de que los dientes y los huesos se parecen mucho existen grandes diferencias entre estos dos tejidos. Una diferencia fundamental es la participación del colágeno en la composición de los huesos que aporta a éstos la elasticidad necesaria para realizar su función. Como ya hemos comentado anteriormente, dientes y huesos no son iguales.

¿Qué es más duro un diente o un hueso? 

La estructura más dura del cuerpo humano es el esmalte dental. El blanco y brillante esmalte dental que recubre la superficie dental de todos los dientes es mucho más fuerte que cualquier hueso del organismo.  

La dureza del esmalte es debido a su alto porcentaje de contenido mineral, alrededor de un 95%, el mayor que cualquier otro tejido del cuerpo. Este alto contenido mineral hace que el esmalte sea un tejido duro y resistente. 

¿Se pueden regenerar los dientes al igual que los huesos? 

La capacidad auto regenerativa de los huesos no la comparten los dientes. Cuando se rompe un hueso nuestro cuerpo inicia un proceso de regeneración automática. Gracias al colágeno comienza a formarse un callo óseo en el lugar de la fractura y empieza a generarse nuevo hueso que al cabo de unos días consolida devolviendo al hueso a un estado saludable. 

 

 

En cambio, cuando se fractura, el diente no posee la capacidad de regenerarse de nuevo, por lo que tenemos que cuidarlos para que no sufran daños o lesiones. Esta es otra de las diferencias que hace que dientes y huesos no sean iguales.

Si que se han estudiado regeneraciones de pequeñas lesiones de caries gracias al aporte de flúor, pero son caries que solamente se encuentran en la capa de esmalte del diente.