Stevens Salvà es médico anestesiólogo y fundador de la empresa OBA Sedaciones, especializada en sedaciones para procedimientos dentales. En esta entrevista en el blog de Clínica Dental Galindo nos explica la utilidad de la sedación consciente para niños y adolescentes.
Niveles de sedación
Vamos a hablar sobre sedación consciente para el niño en la clínica dental. Para situarnos, sería bueno recordar qué grados de sedación existen.
Hay cuatro niveles de sedación. El nivel de sedación más leve es la ansiolisis. Para disminuir y controlar la ansiedad, recurres a una sedación mínima, ya sea con gas nitroso o con ansiolíticos. Con este grado de sedación se pueden realizar los procedimientos más sencillos, como empastes, caries o limpiezas dentales.
Un segundo nivel es la sedación consciente. Se trata de una sedación moderada, con la que el paciente está dormido pero responde a estímulos táctiles y verbales. Es decir, puede colaborar con el médico.
Luego viene la sedación profunda: el paciente está inconsciente, y no responde a estímulos verbales.
Finalmente, tenemos la anestesia total, con la que el paciente no responde a ningún estímulo. Este nivel de sedación es el que requiere un mayor control, porque la persona pierde reflejos, y la respiración y las constantes vitales se ven afectadas.
Sedación en la clínica dental para niños y adolescentes
De todas estas opciones, ¿cuál es la más adecuada para un preadolescente o adolescente?
En la mayoría de casos en los que el niño padece ansiedad y tiene miedo al dentista, la sedación consciente es la adecuada. La experiencia es buena. Estamos hablando de niños que se asustan, pero que, una vez sedados, colaboran con el dentista. En otros casos, como cuando por ejemplo el niño tiene un autismo severo, podría hacer falta una sedación más intensa. En este escenario, siempre se deben dar las condiciones necesarias para realizar la intervención. Así, para la sedación profunda necesitamos un quirófano.
Grado de colaboración del niño en la clínica dental
Por tanto, ¿la decisión sobre el tipo de sedación a emplear depende del grado de colaboración del niño o adolescente?
Sí, se trata de uno de los criterios más importantes. Hay dos tipos de niños:
El niño A lo pasa mal cuando deben hacerle un procedimiento en la clínica dental. Se asusta y tiene miedo, pero colabora. Lo único que necesita es una sedación leve o sedación consciente para proceder con el tratamiento.
El niño B, en cambio, no va a poner de su parte. Puede haber pataletas, así que hará falta una sedación profunda. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros factores, como problemas cardíacos o bien respiratorios. En caso de que el niño tenga asma, no podemos ir más allá de la sedación consciente. Es decir, nos debemos quedar en el nivel 2.
¿Qué importancia tienen las edades?
La franja de edad es un factor muy importante. Los niños de tres a 10 años, siempre deben recibir la sedación en un quirófano. En la franja de edad de 10 a 14 años, la previa evaluación del odontólogo es clave. Es el dentista quien sabe si el niño podrá colaborar. En caso de que se vea difícil, hará falta una sedación profunda, que exige hacer la intervención en un quirófano. Entre los 14 y los 18 años, ya solemos hablar de un adolescente que colabora, al que la sedación siempre se le hace en la clínica dental, a menos que haya alguna contraindicación.
Sedación para evitar el miedo al dentista
Por lo que has dicho, el escenario más habitual es el del niño que colabora. ¿Cómo suelen ser estos casos?
Muchos casos son de niños de unos 12 años, a los que hay que hacer un procedimiento que puede causar dolor. Pensemos, por ejemplo, en un niño al que haya que extraer dientes. Se pone nervioso, pero no se cierra en banda. El niño puede expresar miedo, le pueden saltar las lágrimas. Pero si el dentista pide su colaboración, el niño colabora. Ahora bien, en estos casos es mejor hacer la sedación consciente para no traumatizarlo. ¿Cuántos adolescentes de 14 años lo pasan mal en la clínica dental y, ya adultos, tienen miedo al dentista a causa de esta experiencia traumática?
Aumentan las sedaciones conscientes para tratamientos dentales de niños y adolescentes
¿Se hacen cada vez más sedaciones conscientes a niños y adolescentes para facilitar los tratamientos dentales?
Sí, la sedación crece en niños y adolescentes. Hace 12 años, apenas unas pocas clínicas dentales ofrecían la sedación consciente. En la actualidad, la mayoría de las 3.000 clínicas catalanas ofrecen este servicio.
¿Cómo se explica una adopción tan rápida de la sedación en las clínicas dentales?
La sedación consciente es segura y aporta un valor diferencial. Evita que una intervención necesaria sea vivida por el paciente de forma traumática, lo que acabaría desarrollando un miedo al dentista. Es la mejor forma de abordar un procedimiento cuando el paciente experimenta una gran ansiedad. La sedación en la clínica dental hace posible una experiencia positiva y confortable.