Los dientes están hechos de diferentes tejidos y se dividen —desde un punto de vista anatómico— en diferentes partes: raíz, cuello y corona. En este artículo nos hemos propuesto hablar de la anatomía bucodental y explicar de forma divulgativa las partes que tiene un diente.

¿Cómo es por dentro y qué estructura tiene este órgano tan importante para nuestra salud y para nuestra vida diaria? Los dientes son fundamentales para el habla y para la masticación, que es la fase inicial del proceso digestivo. Además, no nos olvidemos, son una seña de identidad estética de la persona.

Vamos, por tanto, a explicar las partes del diente con cierto nivel de detalle.

¿Qué partes tiene un diente?

Un diente tiene tres partes principales: corona, raíz y cuello del diente o zona cervical.

Todos los dientes tienen estas tres partes o secciones, sea cual sea la posición que ocupen en la arcada superior o inferior. Dientes de leche y dientes adultos tienen las mismas partes.

Recordemos que una persona adulta puede tener un máximo de 32 dientes, contando también las cuatro mules de juicio, que no siempre erupcionan. La dentición temporal de los niños solo tiene 20 piezas dentales.

Corona del diente

La corona es la parte visible y funcional del diente. Se trata de la sección del diente que se encuentra por encima de la línea de las encías, y que se emplea para morder, masticar y hablar.

Además del aspecto funcional, la corona tiene una dimensión estética. Decir que «un diente es bonito» es lo mismo que decir que «una corona es bonita».

Según el tipo de diente, la forma de la corona y su superficie masticatoria —la parte superior del diente que entra en contacto con los alimentos durante la masticación y la trituración— van a ser diferentes. Los diversos tipos de dientes tienen un diseño específico para su función: cortar, triturar, etc.

¿Cuáles son los diferentes tipos de dientes?

  • Incisivos. Se trata de los dientes frontales y centrales, que son planos y anchos, con un borde afilado y delgado. Gracias a estas características, son ideales para morder los alimentos y cortarlos en pequeños pedazos fáciles de masticar. Además, son importantes para la pronunciación y son los dientes con más impacto estético, al ser los más visibles.
  • Caninos. Son los dientes más largos, con extremos afilados y puntiagudos para agarrar y desgarrar los alimentos.
  • Premolares. Tienen una superficie plana con crestas, útil para masticar la comida. Trituran, desgarran y muelen los alimentos.
  • Molares. Son los dientes más grandes —también con una mayor superficie masticatoria— y fuertes de la boca. De algún modo, toman al relevo al trabajo que han hecho los premolares, al deshacer los alimentos en partículas aún más pequeñas y fáciles de tragar. Incluyen las cuatro muelas del juicio.

Partes de la corona

  • Cúspides. Protuberancias o picos en la superficie masticatoria de algunos dientes (caninos, molares y premolares). Las cúspides varían en forma y número según el tipo de diente y su función.
  • Fosas. Depresiones o áreas cóncavas en la superficie de masticación. Pueden atrapar alimentos y placa, aumentando el riesgo de caries.
  • Crestas. Crestas elevadas que separan las cúspides y fosas en la superficie de masticación. Contribuyen a la trituración y masticación de los alimentos.
  • Surcos. Hendiduras o ranuras que pueden estar presentes en la superficie de masticación de algunos dientes. Al igual que las fosas, pueden acumular restos de comida y placa.
  • Superficie delantera y trasera. Partes de la corona que se enfrentan hacia los labios y hacia la parte posterior de la boca. Estas superficies también son importantes para la función y la estética dental.
  • Áreas interproximales. Espacios entre dos dientes vecinos. Estas áreas pueden ser difíciles de limpiar con cepillo y hilo dental, lo que resalta la importancia de la limpieza interdental.

Partes del diente: pulpa.

Raíz del diente

La raíz del diente está ubicada debajo de la línea de las encías, que marca la unión entre las encías y los dientes. Su función principal es proporcionar un anclaje sólido al diente en los maxilares. Esta parte del diente se localiza, por tanto, en la mandíbula o en el maxilar superior.

Un diente puede tener una o más raíces dentales. Incisivos, caninos y premolares suelen tener una raíz dental. Los molares, en cambio, tienen entre dos y tres raíces.

La raíz da estabilidad y sujeción al diente. Ayuda a resistir las fuerzas de la masticación y a mantener su posición en la boca. También es importante para la salud del hueso maxilar, ya que ayuda a mantener la integridad del hueso de la mandíbula al proporcionar estímulo y soporte. En otras palabras, contribuye a prevenir la pérdida de hueso en la boca.

Al margen de su función de anclaje, la raíz dental también contribuye a transmitir sensaciones al tejido que hay a su alrededor y a nutrir el diente a través de los vasos sanguíneos y nervios que la recorren.

Cuello del diente

El cuello del diente o zona cervical es el área de transición entre la corona y la raíz. Es una demarcación clave de la anatomía del diente. Y lo es no solo porque sea una frontera entre corona y raíz (dos partes y a la vez dos capas o superficies dentales diferenciadas), sino también porque es la zona donde las encías se conectan al diente

¿Qué otras partes tiene un diente?

Además de las tres partes principales del diente, existen otras partes. Estas partes son capas de diferentes materiales y sustancias que forman la estructura final de un diente. Si las separamos como partes, estas capas son:

  • Esmalte. Capa más externa del diente que cubre la corona dental. Se trata del material más duro del organismo. Está formado por minerales y materiales duros. El esmalte no contiene tejido vivo y no puede regenerarse. Sin el esmalte, un diente es muy sensible y vulnerable.
  • Dentina. Capa situada inmediatamente por debajo del esmalte. Es más suave que el esmalte, pero más dura que el hueso, ya que está compuesta sobre todo por componentes minerales. La dentina es la parte predominante en la estructura del diente. A diferencia del esmalte, la dentina tiene la capacidad de regenerarse en respuesta a situaciones que dañan los dientes. De tono amarillento.
  • Pulpa. Está envuelta por la dentina en la parte más interior del diente, en la cavidad pulpar. La pulpa dental es un tejido blando que incluye vasos sanguíneos, nervios, ganglios linfáticos y células, y que es la parte viva del diente. La cavidad pulpar también contiene los conductos radiculares, que son pasajes que permiten que los nervios y los vasos sanguíneos entren o salgan de la cavidad pulpar.
  • Cemento dental. Cubre la raíz del diente, del mismo modo que el esmalte cubre la corona. Es tan duro como el hueso y une la raíz a las encías y al hueso maxilar a través de ligamentos periodontales.
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